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lunes, 15 de marzo de 2010

Afasia


Imagina qué pasaría si un día, al despertar, no pudieras hablar como lo has hecho toda la vida. Qué sucedería si en lugar de decir: “Ya se me hizo tarde” sólo emitieras gruñidos como los de tu perro; o si tú mamá te dijera: “Paquito, ya está listo el desayuno”, y tú no entendieras sino “Paquito, listar eso”. Esto –y más– es lo que padecen las personas que se ven afectadas por una de las tantas patologías del lenguaje: la afasia

El término afasia proviene del griego a (sin) y phanai (hablar); fue utilizado por primera vez en 1864 por el médico francés Armand Troussesu (1801-1867). La realidad es que no existe una definición concreta, pues a través de los 140 años de investigación de esta patología el término ha sido actualizado en diferentes ocasiones; sin embargo, la mayoría de los autores (Head, Goldstein, Weisenburg y Mc Bride, Luria, Wepman y Hécaen) coincide con sus principales características clínicas. La afasia “es un defecto o pérdida de la capacidad de expresarse por palabras, por escrito o por signos, o de comprender el lenguaje escrito o hablado, por lesión o enfermedad del cerebro” (Dorland 2001).



AFASIA DE BROCA

La afasia de Broca, que es el prototipo de no fluida. Según la literatura consultada, puede encontrarse bajo diferentes nombres -Goldstein: afasia motora, Head: afasia verbal, Luria: afasia motora eferente-. También se denomina afasia anterior, ya que se relaciona con una lesión de la zona anterior del lenguaje. Actualmente se sabe que afecta la sustancia blanca de la zona de Broca, y después se extiende hasta el giro pre central.

CARACTERISTICAS

La afasia de Broca se caracteriza por lo siguiente:
• Articulación deficiente
• Vocabulario restringido
• Retroceso gramatical a las formas más simples
• Preservación relativa de la comprensión auditiva
• Lenguaje escrito igual a lenguaje oral (esto se debe a que la lectura se encuentra ligeramente afectada, mientras que la escritura suele estar muy alterada)

Desde un enfoque lingüístico, la alteración se encuentra a nivel fonético; se dice que los pacientes afectados por este tipo de afasia atienden selectivamente a las palabras tónicas (de contenido) antes que a las átonas (funcionales). También es necesario mencionar que el agramatismo se asocia, en la gran mayoría de los casos, con la afasia no fluida.
El agramatismo consiste en la pérdida de los elementos gramaticales que marcan la relación que existe entre las palabras dentro de una oración. En los casos más graves, las palabras están aisladas, con mayor frecuencia los sustantivos. A este nivel, el habla parece “telegráfica”. Por otro lado, en los casos de menor gravedad el deterioro gramatical se limita a una producción oral lacónica con la forma sujeto-verbo-objeto, con algunas omisiones de morfemas gramaticales.

El agramatismo es más común en la afasia de Broca. Como ejemplo de esto, podemos tomar un caso dado por el doctor Harold Goodglass, de la escuela de Boston:



CASO DE AFASIA DE BROCA.

Se trata de un hombre de 67 años con educación universitaria, gerente de producción jubilado de una empresa de encuadernación, que sufrió un accidente cerebro vascular: [Presenta] habla agramatical gravemente reducida, buena comprensión y una capacidad bien recuperada para denominar dibujos:
• Conversación libre [en esta parte del test, el paciente debe responder las preguntas del médico]:

(¿De dónde es?) “Harris, Vermont.”(¿Dónde queda eso?) “Champlain New York. Hacía Arriba. Barbour Caulkin Company” (referencia a una empresa familiar). (Interrogado acerca de su esposa) “Tres años atrás. N. Jane. Jane falleció el 6 de abril, 19…” (¿Hay alguien que lo ayude en casa?) “Persona…. Joannie. Dos veces a la semana. Dos veces… no, tres.”

• Descripción de situaciones [esta prueba consiste en mostrar imágenes al paciente para que él describa la situación]:

“Agua goteando. Niño” (señalando a la niña). “Niña” (señalando al niño). Vala…vale… madre… madre.” (¿Qué sucede?) “No.”
• Conversación narrativa [El afásico narra un cuento a partir de las siguientes oraciones]:
1. Un ratón se encontró con un león que dormía.
2. El león se despertó bruscamente, tomó al ratón y estaba a punto de comérselo.
3. El ratón le rogó por su vida y le prometió compensárselo; el león se rió, pero lo dejó ir.
4. No mucho tiempo después, vinieron unos cazadores, que ataron al león a un árbol.
5. El ratón escuchó al león gemir, fue y cortó la cuerda.
6. Nunca sabes cuándo una persona débil puede devolverte el favor.

[Palabras del paciente]: “¡Oh, no! Ratón. León durmiendo. Durmiendo. Uh. León… uh… durmiendo. Uh, vale. Uh… león, ratón… adiós. C-Cazador… quitando… quitando leones. Ratón. Roer… roer… ¡Libre! ¡Libre!”


Resumen: La articulación es bastante torpe, pero todas las palabras son inteligibles, sin ninguna sustitución de fonemas transcribibles. Aunque la mayor parte de sus emisiones está limitada a una sola palabra, hubo algunos casos de sucesión de tres palabras […] No obstante, el paciente nunca tiene éxito en producir una combinación sujeto-verbo que valga como una proposición.

Ubicación:

Ésta clasifica según la ubicación del daño: estructuras corticales o subcorticales.
Áreas corticales: Lóbulo frontal, lóbulo parietal, lóbulo temporal, lóbulo occipital.
Áreas subcorticales: Área de Broca, corteza de asociación motora (frontal), corteza motora, corteza somato sensorial, corteza de asociación visual (parietal), corteza visual, área de Wernicke, corteza auditiva.

Rehabilitación:
Varios de los pacientes que sufren alteraciones en el lenguaje después del accidente cerebral se recuperan durante los siguientes meses, aun sin recibir un tratamiento formal. Sin embargo, la terapia nunca debe ser descartada, pues ésta ofrece la posibilidad de una pronta y correcta recuperación.
El tratamiento es multidisciplinario, incluye áreas como psicología del lenguaje, lingüística, neurolingüística y pedagogía.
Existen diferentes métodos terapéuticos, según la escuela teórica a la que se recurra, como el condicionamiento operante skinneriano, la terapia lurianista y la de estimulación, entre las más importantes. Ésta última pertenece a la academia norteamericana y se apoya en el postulado de que la rehabilitación del paciente afásico no debe consistir en enseñar, sino en estimular.
Los programas de rehabilitación deben variar, ya que cada patología tiene características muy particulares; todo tiene que estar adecuado a cada paciente, puesto que la reeducación debe ser consecuencia directa de los síntomas que presenta un paciente dado. La manera en que se estructura el tratamiento se basa en los resultados obtenidos por las pruebas diagnósticas.
Lo que se espera es que todos los pacientes que conforman un grupo de terapia sean tratados con los mismos principios propuestos por una escuela en particular. Por ejemplo, si tenemos un grupo de pacientes que presentan trastornos de afasia anómica y otros con afasia de Wernicke, cada grupo será tratado bajo el mismo método que involucra cada una de las patologías; sin embargo, dentro de un grupo habrá variantes, por lo que la terapia se debe individualizar. Hay que comprender que la rehabilitación es individual: cada paciente es un caso.

Conclusiones
Puesto que hay diferentes partes del cerebro relacionadas con los procesos lingüísticos, los trastornos ligados a éstos pueden tener muy variadas características. Es por lo anterior que algunos textos con enfoque lingüístico, en los que se intenta encasillar las afasias, pueden diferir de los textos médicos en contenidos y definiciones. Sin embargo, ninguna disciplina se encuentra aislada de las demás; como te habrás dado cuenta, tanto para el diagnóstico como para el tratamiento, se manejan aspectos fundamentales del lenguaje, es decir, los elementos de comprensión y producción.

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